FASE 3 / AUMENTA TU AUTOESTIMA
Módulo 2.6
PERFECCIONISMO
EJERCICIOS
EJERCICIO 1
RAZONA Y REFLEXIONA
Lee con detenimiento la lectura PIÉNSALO. Razona y reflexiona los beneficios de abandonar el perfeccionismo.
Escribe en tu cuaderno las oraciones o frases que te hayan impactado de la lectura.
EJERCICIO 2
PON EN PRÁCTICA
PASO 1. Haz una lista de todas las actividades rutinarias en que sueles ser perfeccionista.
PASO 2. Cuando realices en la vida real cada una de estas actividades, haz algunos cambios como por ejemplo: cambia la hora en que sueles hacerlo, cambia el orden, realiza la tarea en dos partes y a diferentes horas. Procura hacer la misma actividad algo diferente cada vez para romper el patrón de «perfección».
PASO 3. Asígnaté un tiempo de ejecución menor a lo normal en cada actividad. Trata de terminar la tarea sin correr y en el tiempo establecido. Sacrifica algunos detalles de menor valor y consigue algo bueno, pero no perfecto.
Por ejemplo:
PASO 1. LO QUE HAGO USUALMENTE
Cuando doblo la ropa para guardar en los cajones, invierto mucho tiempo. Doblo las camisas de igual forma. Los pantalones en el mismo lugar y de la misma forma. Las casacas colgadas en ganchos con la misma orientación, el frente hacia el mismo lado.
PASO 2. UNA NUEVA FORMA DE HACER LO MISMO
La siguiente vez doblo las camisas en dos y las apilo a lo largo. Los pantalones ahora los cuelgo en ganchos y comparto los ganchos con las casacas.
PASO 3. DEJO A UN LADO LOS DETALLES Y LO HAGO EN MENOS TIEMPO
Busco una forma más rápida y simple de hacer lo mismo. Doblo las camisas en dos y las pogo como caigan una sobre otra. No hay diferencia si el cuello de la camisa va hacia un lado y otras hacia el otro lado. Los pantalones los cuelgo en los ganchos doblados, es más rápido y no hace diferencia importante. Tal vez cuando las use se notará un dobles a la altura de los muslos, pero carece de importancia. Con el uso esa marca se borrará. Las casacas las cuelgo sin importar si algunos tienen el frente a un lado o hacia el otro. Realmente esto no hace ninguna diferencia con las formas anteriores.
PIÉNSALO
¿ERES PERFECCIONISTA?
El perfeccionismo está formado por un continuo de conductas y/o pensamientos relacionados con alto nivel de responsabilidad, capacidad de esfuerzo y altas expectativas.
Podemos hablar de un perfeccionismo bueno cuando la persona es responsable, trabajadora, intenta hacer lo que hace lo mejor posible, que sabe encajar bien un error y tiene tiempo tanto para las obligaciones como para disfrutar de todo lo que la vida le ofrece.
El perfeccionismo es malo cuando la conducta perfeccionista es excesiva y desgastadora. La persona vive alerta, sin disfrutar del presente, pasa más tiempo angustiada que feliz, y el estado emocional que predomina es de insatisfacción.
A veces, en el fondo de las exigencias perfeccionistas se encuentra una persona insegura, que piensa que si no lo hace todo bien no vale nada, y vive con gran temor a equivocarse y una necesidad de que los demás den el visto bueno a sus acciones.
El origen de la conducta perfeccionista puede guardar relación con haber sido educado por unos padres muy estrictos o dominantes y que mostraban un exceso de control hacia los hijos y pocas muestras de afecto. El niño puede llegar a creer que sus padres lo tratan así porque él no vale nada y, de alguna forma, intenta convertirse en alguien valioso tratando de ser perfecto.
Haber tenido unos padres muy perfeccionistas y exigentes, a los que les costaba mostrar satisfacción con los logros de sus hijos, teniendo además unas expectativas altas hacia los mismos. El riesgo es que el niño crea que se le quiere o no en función de lo que logre, y sienta que si no logra resultados excelentes no tiene valor o no es merecedor del amor de sus padres.
LA TRAMPA DEL PERFECCIONISMO
Puede que seas perfeccionista porque te gusta sentir el sabor de hacerlo todo muy bien y que otros te digan lo bueno que eres en ello, pero de seguro también has sentido que no todo es tan bueno como parece. Cito a continuación una serie de problemas y desventajas que trae ser perfeccionista:
1. Inviertes demasiado tiempo en hacer tareas que no lo valen tanto.
2. Si por alguna razón no hiciste bien algo o no lo terminaste, sientes esa inquietud molesta que te impulsa a querer regresar para corregir o terminar ese algo.
3. Aunque quieres hacer una tarea rápidamente, siempre te excedes del tiempo razonable.
4. Demoras en tomar una decisión por temor a que no sea la correcta. Le das muchas vueltas.
5. No te perdonas porque piensas que pudiste hacerlo mejor.
6. Demoras mucho en empezar un proyecto por “no tener todo lo necesario para iniciarlo”.
7. La ansiedad por querer que todo quede perfecto, causa estrés.
8. No te resulta sencillo admitir que te equivocaste y usas estrategias para disimularlo.
9. Puedes exigir con exageración a tu hijo y corregirle errores insignificantes con frecuencia. Eso puede generarle dependencia y creencia de que todo le sale mal: baja autoestima.
10. Recriminas mentalmente a los demás o a ti mismo si no recibiste los halagos que esperabas por tu “excelente” trabajo.
11. Puede que sientas la necesidad de minimizar las aptitudes de otros para sentirte más capaz.
Puede que ser perfeccionista te haga sentir más competente por un momento, pero como puedes ver, lo que realmente hace tu perfeccionismo es hacerte lento, inseguro, ineficiente, poco arriesgado, estresado, una mala influencia, con problemas para trabajar en equipo e infeliz. Eso te puede traer muchos problemas en los estudios, en el trabajo, en la vida familiar y en las oportunidades de la vida.
¿Qué puedo hacer para dejar de ser perfeccionista?
1. No seas tan exigente contigo mismo. Acepta tus fallos y errores.
2. No seas exigente con los demás, acepta que también pueden equivocarse.
3. Pide ayuda cuando la necesites y colaboración, sin tener altas expectativas.
4. Aprende a delegar funcionas a terceros y a confiar en ellos, valorando su participación más que los resultados.
5. Haz las cosas bien, pero no perfectas. Lo perfecto no existe.
6. Valora tu tiempo y dale el tiempo justo a cada tarea.