Esto puede ayudarte a entender lo que tu ser querido está atravesando.

Si tu ser querido rechaza tu ayuda, dale espacio y deja que él sepa que estás disponible cuando esté listo para aceptar tu ayuda.

Si tu ser querido está dispuesto, acompañarlo a las consultas puede ayudar a comprender y ayudar con el tratamiento.

Hazle saber a tu ser querido que estás dispuesto a escuchar, pero que entiendes si no quiere hablar. Trata de no forzarlo a hablar sobre lo que siente hasta que esté dispuesto a hacerlo.

Muy a menudo, las personas sienten vergüenza de su trastorno. Evita comentarlo fuera del grupo familiar, de lo contrario, es posible que pierdas la confianza del afectado y puede que rechace tu ayuda. Antes de decidir comentarle a otros, consúltalo con él. En su momento el afectado podrá abrirse con otras personas respecto a su problema.

Lo primordial en un principio no es romper con el estigma, sino asegurarnos que el afectado acepte tu ayuda.

Recuerda que tú no lo puedes cambiar con palabras o sermones. Evita las broncas, los reproches, los comentarios irónicos, los juicios morales. Este tipo de comportamientos pueden propiciar que la persona se sienta prejuzgada, ridiculizada, culpable y rechazada.

El afectado puede juzgarse duramente y encontrar errores en todo lo que hacen. Recuérdale a tu ser querido sus cualidades positivas y cuánto significa esta persona para ti y para otros.

Incluso si está llevando un tratamiento, el proceso puede ser muy frustrante y difícil. Es muy probable que esté decaído o irritado a veces. Acéptalo como parte del proceso, compréndelo y dale su espacio. Hazle saber, incluso sin decir una sola palabra, que estarás allí cuando te necesite.

Refuerza los avances que tu ser querido va consiguiendo, con elogios, felicitaciones, celebraciones y, sobre todo, demuestra satisfacción por los esfuerzos que ha realizado.

Es importante que recuerdes que la persona que sufre un trastorno de ansiedad se encuentra en una situación en la que cualquier pequeño contratiempo puede actuar como disparador de su ansiedad y eso le hará sentir muy mal. En esos momentos sé su amigo. Cuando puedas pregúntale cómo puedes tú ayudarle en esos momentos cuando tú estés presente.

La búsqueda de ayuda profesional puede suponer una carga de estrés adicional a la persona que sufre el problema. Implicarse en dicha tarea es una forma de apoyo emocional.

Dependiendo del tipo de problema de ansiedad, participar como co-terapeuta suele ser una parte fundamental y de mucha ayuda en el tratamiento.

CUÍDATE. Apoyar a alguien con trastorno de ansiedad puede no ser fácil. Toma medidas para prevenir la frustración, así como el agotamiento. Busca tu momento para los pasatiempos, la actividad física y otros.

BUSCA AYUDA SI LA NECESITAS. Si tienes dificultades con esta ayuda y participación, habla con el profesional de salud mental o psicoterapeuta.